Vivimos en un mundo lleno de obligaciones, responsabilidades y expectativas. A menudo nos sentimos atrapados en la ansiedad sobre el futuro o en el arrepentimiento por el pasado, lo que puede provocar un malestar difícil de gestionar. La Terapia Gestalt nos invita a experimentar el “aquí y ahora”, ayudándonos a entender mejor que nos esta ocurriendo, a encontrar un sentido a las emociones y sentimientos que estamos experimentando y poder encontrar más posibles soluciones y entendernos mejor en relación con nuestro entorno.
La Terapia Gestalt pone énfasis en: en el presente, en cómo experimentamos cada momento y en cómo respondemos a las situaciones que nos rodean. No se trata de olvidar el pasado ni de ignorar el futuro, sino de observar cómo esos pensamientos y emociones impactan en el momento actual. Al estar presentes, nos damos el espacio para sentir, experimentar y observar nuestra realidad sin juzgarnos. También entiende que la experiencia de cada persona, aunque compartan mucho en común son diferentes, habla de la singularidad de la experiencia.
Durante la terapia, trabajamos para tomar conciencia de lo que hacemos, de los patrones, de formas de hacer que nos generan malestar. Quizás estés acostumbrado/a a evadir el dolor, a huir de los conflictos o a ser muy autocrítico/a. Trabajando con la Terapia Gestalt intentaremos identificar esas conductas y reacciones automáticas para entender por qué aparecen y qué función tienen.
Con el tiempo, este proceso de exploración consciente permite encontrar un lugar seguro y tranquilo donde aceptar tus emociones, necesidades y deseos. La vida es mucho más rica cuando tienes más capacidad de encontrar nuevas soluciones y dispones de un mayor abanico de habilidades y capacidades. En la terapia Gestalt encontramos herramientas para habitar el presente y disfrutar de una conexión más profunda con los demás y contigo.