La sociedad ha cambiado en cuanto a cómo entendemos las relaciones y los modelos de pareja. Cada vez más personas se sienten atraídas por modelos de relación no monógamos, ya sea poliamor, relaciones abiertas, anarquía relacional u otros acuerdos. Se han instaurado como una posibilidad al alcance de más personas.
Sin embargo, explorar la no monogamia plantea desafíos únicos, especialmente cuando buscamos construir relaciones sanas, respetuosas y emocionalmente seguras.
Uno de los aspectos más importantes de las relaciones no monógamas es la comunicación abierta. A diferencia de las relaciones monógamas, en las que muchos aspectos se asumen o se sobreentienden (de forma implícita), en las no monogamias es fundamental expresar las expectativas, límites y deseos de cada persona (de forma explícita). Cada persona de la relación necesita saber en qué terreno está pisando y hacia donde quiere construir, y esto se logra a través de conversaciones claras y honestas.
El trabajo sobre los celos es otro desafío común en las relaciones no monógamas. A menudo, se cree que en estos modelos no existe lugar para los celos, pero esto no es cierto. Los celos son una emoción humana, y pueden surgir tanto en relaciones monógamas como en no monógamas. Lo importante es aprender a gestionarlos de manera más satisfactoria. En terapia, trabajamos para identificar de dónde vienen los celos y de que nos están informando, para así no ignorar su función como emociones.
Además, la no monogamia invita a reflexionar sobre los acuerdos y compromisos que cada miembro asume dentro de la relación. No existen reglas universales, y cada pareja o grupo puede decidir sus propias normas, basadas en sus valores y preferencias. Esto requiere un alto grado de responsabilidad y respeto mutuo. La terapia brinda un espacio seguro para cuestionar creencias arraigadas sobre el amor y la exclusividad, y para crear acuerdos que realmente se ajusten a cada relación.
Explorar la no monogamia puede ser enriquecedor y nos permite cuestionar nuestras ideas preconcebidas sobre el amor y la relación. Aunque también requiere un esfuerzo y puede no ser fácil, este camino no es sencillo y requiere trabajo emocional, es también una oportunidad de autoconocimiento y crecimiento. Al final del día, una relación sana, monógama o no monógama, se construye sobre la base del respeto, la comunicación honesta y la responsabilidad afectiva.